Ya llevo 10 en la cárcel, despues de matar a mi compañero de celda me han aislado, tal vez me trasladen a un manicomio, Ojalá! No me gusta estar aquí, necesito pintarme la cara, aun así no voy a perder la sonrisa y me río a carjadas cada vez que recuerdo los hechos que me llevaron hasta aquí:
Era la cena de graduación de mi instituto, como es frecuente en estas celebraciones yo iba lo mas elegante posible con un traje bastante caro, llegaba un poco tarde y no había sitio donde aparcar por lo que tuve que hacerlo en un callejón cercano. En mitad de la noche una copa de vino se derramó sobre mi por culpa de un compañero borracho, yo me enfadé mucho pero él, controlado por el alcoholse acercó a mí y me dijo: "Por qué tan serio?" esbocé una sonrisa y le contesté:"No estoy tan serio" acto seguido le pegué un puñetazo en la boca del estómago. Todos en la fiesta centraron su atención en nosotros así que decidí irme, pero al llegar al coche un hombre había forzado la puerta y estaba intentando hacerle un puente, yo furioso me avalancé sobre el y lo golpeé fuertemente una y otra vez, su sangre salpicaba mi cara, cuando ya estaba muerto, observé mi reflejo en el retrovisor y me encantó lo que ví, la sangre del ladrón rodeaba mi boca formando una macabra sonrisa que me recordó a la del Joker de Batman por lo que decidí bañar mi dedo con sangre del sujeto y escribí "JOKER" en la ventanilla del coche, orgulloso de mí trabajo me saqué una foto con el cadáver y la firma de fondo y la subí a las redes sociales, no sé porqué lo hice,supongo que solo quería presumir de la obra de arte que había creado.
El resto de cosas que pasaron esa noche me producen demasiada risa como para poder contarlas, JAJAJA.
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